Dos fines de semana, 10 llamadas (llamada arriba, llamada abajo) y dos estrujamientos cerebrales es lo que este año ha costado el pasodoble de medida 2011. Así de complicado y así de fácil (por los coj…).
No sé si será la edad, la presión de no defraudar a nadie, la limitada idea musical que tenemos, o la necesaria y a su vez traicionera influencia gaditana; pero el caso es que cada vez cuesta más sacar algo que nos convenza, primero, y que convenza, después. Lo que sí está claro es que el pasodoble de este año suena a “Verde” y sonará muy bien cuando esté cantado por todo el grupo (la voz de Fran y mía…ni pa dormir a un chiquillo).
Así es, melódicamente muy musical y con una letra de esas de que “el que la pille pa él”. Como últimamente nos gusta hacer las cosas. Ahora queda madurarlo, sacarle pegas y darle el toque para ajustarlo al “tipo”. Esto es como el que se hace un traje: primero piensas la idea de traje que quieres, eliges la tela, el tono, lo hilvanas, te lo pruebas, lo coses, te lo vuelves a probar (en este punto es en el que estamos) y con alfileres le vas ajustando los bajos, la cintura,… Ahora, cuando llega la boda el tío y el traje están perfectos.
Personalmente, cada vez me gustan menos los alfileres puesto que si te lo dejas un poco holguero siempre vas más cómodo y aguantas mejor toda la noche. Pero bueno, el caso es que, para bien o para mal, el primer peldaño para febrero ya está subido y mira que han puesto alto este año febrero.
Saludos.
1 comentario:
Pues aún así vamos tarde. Que luego ya sabeis que hay grupos que tienen en el mes de agosto el popurri, tres pasodobles y cuatro cuplés.
Ole los autores consagrados de verdad!!!!!
Publicar un comentario