Lo prometido
es deuda y ya pasada la Semana Santa, con este artículo, despido la interminable descripción de
chirigoteros verdes con el
pequeñito,
escuchimizao, discreto, desapercibido y tímido "Verde" al que apodamos Manuel Jesús Moreno Guzmán aun a sabiendas que en su
DNI pone "Manolo Gato".
Manolo es en la chirigota lo que el hielo es
pa un
cubata o, si usamos símiles
semanasanteros, lo que una
candelería para un paso de Virgen. Me explico: sin él la chirigota funcionaría pero le faltaría el elemento
fundamental que la hace fresca,
brillosa y lucida cada vez que se presenta ante el público.
Él es el amo y señor de todo el
atrezzo, escenario, disfraz,
merchandising, grabaciones,
invitaciones,... del mundo "Verde". Además, como buen gato, es muy difícil, por no decir imposible, de domesticar. Con esto lo que quiero decir es que sus santos
coj... son los que se imponen ante cualquier decisión que haya que tomar con
repecto a sus competencias (¡gracias a Dios! porque estas competencias se las ha ganado a pulso y las va renovando cuando detrás de cada detalle que idea su gran cabeza hay un rotundo reconocimiento de todos).
Aprovecho para destacar la INCREÍBLE visión espacial que tiene el tío para imaginarse el escenario nada más plantear la idea del disfraz. Yo creo que después de su clínica, el escenario del auditorio es el habitáculo que mejor conoce del mundo. Es capaz de hacer un desglose y despiece mental de los tableros necesarios, telas y demás elementos decorativos, imaginándose sus dimensiones, colores, modos de sujeción, formas de montaje y desmontaje, etc y todo ello en su cabeza. Hay que decir en su contra que, a veces, el encaje final y definitivo puede variar algunos milímetros una vez plantado en el escenario. Se le perdona.
Destacaría de él su puntualidad (para el trabajo porque lo que es para los ensayos...la confianza da asco).
Punto y aparte son sus dotes escénicas. Este chaval mira que es grande pues...¡se crece en el escenario! es el "todo" cuando pisa las tablas. Ahora, no le vayas a presionar que Manolo con presión es como el vino, se pone fuerte y se avinagra. Hay que dejarlo tranquilo, reposado, a su ritmo y ahí, en esas condiciones, tenemos al más artista de los artistas. A las pruebas me remito.
En definitiva, para hablar de Manolo habría que hacerle un blog para él solo y, bien lo sabe Dios, que yo no estoy dispuesto, nada más que de pensarlo me agota. Así que conformaros con esta brevísima descripción que a buen seguro no cubre ni un 10% de su espesura. Lo que sí quiero que quede claro es que mi Gato, nuestro Gato, se ha ganado a pulso ser el "Verde Fosforito" porque, sin duda alguna, es el "Verde" que más se ve.
Pepe Vico.